axón

«Así como las neuronas tienen múltiples dendritas, contrasta observar cómo sólo tienen un axón. Sin embargo, en su extremo, el axón se ramifica en innumerables y diminutas prolongaciones digiformes para entrar en contacto con otras células. […] En la enfermedad de Alzheimer, los axones resultan gravemente dañados y quedan retorcidos por las marañas neurofibrilares que se extienden por todo el cerebro» (Molloy y Cladwell, 1998/2002: 36).

«Los impulsos se propagan a lo largo de la fibra, en la que hay que distinguir dos partes: la anterior, donde están las dendritas, […] , y la parte posterior, o axón, que lo transmite hasta otra neurona contigua o hasta un efector, por ejemplo, un músculo. La zona dendrítica es, pues, la de entrada de la corriente nerviosa, y la del axón es la zona de salida; los impulsos nerviosos se transmiten, por tanto, en una sola dirección, acaso para evitar los "atascos  de tráfico" que se originarían de otra manera. Los paquetes de axones forman lo que vulgarmente llamamos nervios, que pueden albergar desde unas pocas fibras hasta  muchos cientos de miles, como ocurre en el nervio óptico, que contiene cerca de 106 de semejantes axones» (Pinillos, 1995 [CDH]).